Había una vez una familia que vivía en una casa. Un día esa misma familia se mudó a una casa horrible que daba miedo solo de verla. Esa familia se llamaba Gianoni. El hijo llamado Facundo había descubierto una puerta y un muerto que estaba muerto y los ojos estaban en un plato. Había una advertencia “¡Quien coma una sola cosa de aquí me lo comeré!” Facundo come una cereza y de repente el muerto despierta, agarra sus ojos, se los puso en la mano. El muerto iba caminando para comerle su cerebro, iba caminando y tres hadas le dijeron: -Corre sino te matará. Facundo corrió y corrió pero se quedó encerrado. De repente dos hadas trataron de detenerlo pero el muerto agarró dos hadas y les comió las dos cabezas. El muerto caminaba y caminaba y de repente el muerto agarró una sierra eléctrica y por un poquito le corta la cabeza. Facundo corrió hasta la puerta y de repente se le cierra la puerta y el muerto se acercaba y Facundo le dice al muerto: -¿Por qué eres tan malo? Yo no te he hecho nada malo y ¿por qué me haces esto a mí?
- Ahora que lo pienso no sé por qué tengo que matarte.
- Ahora lo ves tu destino no es matar a todos.
- De acuerdo entonces te dejaré irte.
- ¿De veras?
- De veras.
- Gracias.
El muerto le hizo una puerta para salir y así Facundo aprendió algo: si quieres entrar en una casa lleva una linterna. Y el muerto aprendió algo: el destino de todos no es destruir.
Franco.
3 comentarios:
buenisimo todo, felicitaciones!
se nota que es un taller de vuelo... de aviaciòn
esta re buenooo me encanta
qué bueno! cuánta gente que está entrando al blog y conociéndolo!
besos para shushu y maría elena :)
Publicar un comentario